Rojo sangre, rojo fuego
que avivas la llama de lo eterno...
Rojo pasión
que alimentas mi llama interior...
Rojo que cautiva, rojo que enloquece,
rojo que ciega y que enfurece,
eres vida y a la vez muerte.
Rojo que corres por mis venas,
rojo, tu me envenenas.
Envenenas mi alma y mi razón,
pero te haces fuerte en mi corazón.
Rojo que me tienta...
que me tienta a saborear tu dulce tez,
a hundir mis colmillos en tu piel,
a derramar tu roja miel,
esa que calma mi sed...