Relatos desde la Luna

Se sentía aislada. Estaba rodeada de gente y se sentía aislada. Su sonrisa últimamente era un poco más forzada, deseaba avanzar pero una carga en su cerebro se lo impedía, no sabía descifrar con exactitud cómo liberarse de ella, pero lo deseaba con tantas ganas que acabó por encerrarse en sí misma para estudiarse, descubrirse y descubrirla.

Una vez hallada la causa, un sentimiento autodestructivo, decidió dejar de ver a la persona que causaba esos sentimientos, pero no pudo, por lo quiso arrancarse los ojos. Quiso dejar de pensar y recordar a esa persona, y tampoco fue capaz, así que deseó arrancarse el cerebro. Y, por último, deseó dejar de sentir por aquella persona aquellos sentimientos que la hacían sonreír con cada broma, con cada mensaje, con cada caricia, y no le fue posible; por lo que llevó a cabo la extirpación de su corazón. Su cuerpo no fue maltratado, no; temía demasiado al dolor como para automutilarse, pero metafóricamente se abandonó a sí misma, y dejó de ser ella.

Dejó de sonreír, dejó de hablar, dejó hasta de intentarlo, y al pensar que jamás encontraría a nadie capaz de hacerla volver a ser ella, decidió poner fin a su vida destruyendo su cuerpo de la manera más dolorosa que se le ocurrió. Se dirigió al punto más elevado de la ciudad, y deslizó su cuerpo por fuera de la barandilla. Eran las seis de la mañana y no había podido dormir esa noche, pero su decisión estaba tomada con mucha anterioridad. Después de su caída, el sol comenzó a bañar su cuerpo, inerte y desfigurado, con sus tímidos y primeros rayos.

Cuando tu cabeza se divide entre el deseo y la cordura, ¿qué haces? ¿Qué haces cuando tu ex-novio te pide que vuelvas a follar con él? Pero sólo como follamigos, que a ninguno os gusta el compromiso. ¿Qué haces cuando te dice que le llames cuando tengas ganas? ¿Qué haces?

Pues le mandas un sms el día que te quedas sola en casa, pero resulta que él habrá encontrado alguna excusa barata de las suyas y lo sabes, pero esperas que te conteste para decírtela, con un fingido "lo siento" que se habrá deslizado perezosamente entre sus dedos hasta caer en el teclado numérico del teléfono móvil, como haría cualquier otra mentira.

Pero él esta vez ha decidido que ni para mandar mentiras va a gastarse el saldo, que no vale la pena, así que tú como una imbécil te cuelgas del móvil esperando que se digne a decirte algo, pero resulta que él parece que no se digna por nada ni por nadie y llega el domingo por la noche, y al final cansada mandas a tu ex-novio y a tu móvil a la puta mierda, y te quedas más ancha que larga, pero te prometes a ti misma que la próxima vez no te va a pillar ni él ni nadie, que pasas de los tíos durante un par de meses.

Sin embargo sabes, y como tú todos los aquejados del mal de amores y del mal de las relaciones sexuales, que eso es imposible que llegará alguien que te haga palpitar más fuerte la patata y que todo volverá a derrumbarse porque parece que éste "pone un poco más de interés en lo nuestro".

Sólo diré en mi defensa que escribo esto no como una lección de vida, si no como un consejo para mí, y para quien quiera leerlo, por supuesto, de que pensemos un poquito antes de creer que "ahora sí, parece que funciona". Por eso, ¡punto final! ¡A la mierda el tropezar con la misma piedra! JA JA JA!

Una pequeña historia

Érase una vez, cuando el mundo no existía, unos amantes, cuyo amor era tan fuerte que iluminaba toda la galaxia. Se amaban tanto que todas las estrellas estaban celosas. Estos amantes eran el Sol y la Luna, la estrellas tan celosas que no podían tolerar que una estrella de poca categoría como el Sol y un satélite sin importancia, como la Luna se amaran tanto, fueron a visitar al Creador del Universo, les plantearon su problema y éste viendo que eran más los que estaban en contra que a favor, de aquel amor decidió:

-La única solución posible es crear un obstáculo tan grande para los dos enamorados que ni siquiera se puedan ver…

Decidido esto, informó a los dos amantes, que con resignación aceptaron esa solución al problema. La única condición que pidieron, fue tiempo para despedirse, el Creador les dejo una hora. Ellos decidieron pasar esa hora amándose como nunca lo habían hecho, se unieron de modo que fueron uno durante esos escasos sesenta minutos. Cuando se acabó el tiempo, la Luna se acercó al Sol y lo besó, pues las estrellas los habían condenado a estar separados por el fruto de esa unión, la Tierra.

Hoy en día los amantes solo se ven cada cierto tiempo, y tan solo por unos escasos segundos, para recordar aquel maravilloso último beso que se dieron al despedirse.

Joker

A veces todo son dudas, otras simplemente confusiones, pero lo importante de todo es que esa sensación de seguridad sobre ello está siempre presente, me duele intuirlo, pero ver que no pasa, lo mismo de siempre, a veces es tan humillante…

Es como escuchar los acordes de mi guitarra una y otra vez, al final acabo siendo yo misma esa cuerda que vibra doliéndose de mis ansias de música. En realidad sé que no está pero lo sigo sintiendo a pesar de ello, noto su presencia en mi cabeza, en mis nervios, incluso en ese nudo que se forma en mi barriga.

Lo gracioso de todo es que a veces esa sensación desaparece, pero el ansia por saber, por conocer, por descubrir qué o quién está detrás es tan grande que me asusta, nunca he sido ambiciosa, pero esto empieza a superar todos los límites míos que conozco.

Y a veces, sólo a veces, quisiera dejar de sentir esto por unos días, unos días en que seré normal, en que no habrá nada, en que todo será normal. Pero realmente, ¿existe algo normal?

Porque si existe creo que jamás en mi vida he tenido contacto con ello, y sinceramente creo estar orgullosa de ello, siempre destacando, siempre siendo ese joker en la baraja, que es la única carta que sonríe, la única carta que aún a pesar de estar triste, tiene una sonrisa para iluminar su mirada, su día, sus momentos más oscuros.

Hace poco alguien me dijo que verme seria es símbolo de que algo va mal, muy mal, es persona no me conoce mucho, escasos cuatro meses, pero ya sabe que cuando esa sonrisa jokeriana no aparece en mi rostro, es señal de cataclismo. Esos cataclismos últimamente han sido causa de mí misma, hice bromas pensando que esas personas sabrían reírse de sí mismas y, por tanto, serían más inteligentes, y me di cuenta que a veces me encuentro muy sola en ese barco llamado diversión.

Casualidad o simplemente porque esté relacionado al hecho de que siempre estoy riendo, me sentí mal, porque en ningún momento creí que esas personas no supieran reírse de sus defectos, cosa que para mí significa tener poder sobre esos mismos defectos. Tienes las orejas grandes ríete de ello, tienes una boca muy pequeña ríete de ello, tienes los ojos bizcos ríete de ello, eres bajito ríete de ello, eres un poco gordo ríete de ello, porque eso significará que te ríes tú y no otra persona que vaya a hacerte daño.

A todo esto empecé este escrito en un momento en que no me sentía para nada normal, y no lo soy, pero aún así parece que toda tormenta despeja de vez en cuando y esa sensación se ha ido, ¿por cuánto tiempo? No lo sé, espero que el suficiente para pensar con claridad, y serenarme las ideas.

De todas maneras, la sensación de pánico cuando, a veces, hablo sigue presente, tanto que tiemblo, tiemblo como el puto joker de la baraja, porque sí, el joker a veces también tiene miedo de lo que puede pasar en su vida, y puedo afirmar que ese joker que me mira cuando toco mis cartas, tiene más miedo del que aparenta, porque pasar una barrera y tener que alejarte de lo conocido no suele ser nunca agradable.

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La musa ha vuelto y parece que ha vuelto con ganas de marcha, porque me hace escribir todo lo que pasa por mi cabeza sirviéndome de inspiración todo cuanto pasa por delante de mis narices. Jajajajaja, que tal si nos dedicamos una risa de joker¿?

Hoy quisiera dedicar estas palabras que salen desde mis dedos hasta mi teclado a todas esas personas que se han ido, a las que están por venir y a las que están en estos momentos.

Hoy quisiera que todos nos sintiéramos especiales por un momento, que por un momento alguien nos dedicara esa entrada en un blog, en un fotolog, en el facebook, donde sea, que por una vez... alguien pensara en nosotros.

Y diréis, pero si eso es lo que todos los días hace tal por mí, pues sí, lo sé, pero luego me paro a pensar y descubro que aunque todos nos acordamos de todos a veces no nos acordamos de recordárselo a la persona, y por ello, quisiera que cuando leáis esto mandarais un beso a todas aquellas personas que os importan, ya sea mediante contacto, o vía sms, o vía e-mail.

Simplemente recordadles que los queréis.