Busca la salada lágrima que recorrió mi cara, esa que fue a parar a un mar de colores sobre el que angustiada y solitaria continúa el camino por el que se perderá y caerá en un rincón de tu olvido.
Donde nunca debió caer, porque el olvido ahoga mi grito desesperado que te pide que me recuerdes y no me dejes marchitar sola en este frío bosque nevado en el que el viento seca en mi rostro todas esas demás lágrimas que nunca llegaran a ti...